Cinturón amarillo: un año después

Un 21 de septiembre de hace un año, inaugurábamos este blog con un post titulado Cinturón Blanco.

Allí hablábamos de lo que representa un comienzo, de las posibilidades que se abren al iniciar un camino nuevo. Y decíamos que, al igual que quien se inicia en un arte marcial, teníamos todo para aprender, mucho camino por delante y muy poco a las espaldas.

En estos doce meses todos nosotros hemos vivido muchas cosas. Corrimos detrás de muchas ambiciones, algunas las logramos y otras todavía tratamos de concretarlas. Vivimos momentos de gran alegría. Atravesamos momentos de profundo dolor. Ganamos peleas, perdimos peleas. Aprendimos. Nos enojamos, perdonamos, hicimos amigos, soñamos. Cambiamos.

Como nosotros, este blog también ha cambiado, porque está vivo, porque tiene un corazón que late profunda, poderosamente junto con el nuestro. Un corazón que late gracias a la participación de todos. De los que nos visitan seguido pero nunca hacen un comentario, de los que entran todos los días, de los que entran desde algún país remoto por error, de los que dejan comentarios en cada post, de los que me avisan que hay algún error, de los que piden más material, de los que se enojan por un comentario, de los que se ríen, de los que se mandan saludos a la distancia, de los que me acercan material, de los que comparten sus recuerdos con todos nosotros, de los que critican, de los que sugieren, de los que votan, de todos.

Hoy, al igual que hace un año, renovamos nuestro compromiso de seguir acercando información sobre las novedades de la Mu Bi Kwan, de mostrar lo que hacemos, mediante videos e imágenes, de ser un espacio en el que podamos conocernos, pelearnos, amigarnos, discutir, intercambiar opiniones, reírnos. Renovamos nuestro compromiso por devolverle a la Mu Bi Kwan un poquito de lo que ella nos ha dado a todos. Quiero que cuando entres te lleves algo, aunque sea algo chiquito, que te sirva. Y, como decíamos hace un año, que disfrutes tanto visitándonos como yo disfruto al sentarme a escribir.

Y como considero que buena parte de todas estas promesas las estamos cumpliendo, declaro (aquí un redoble de tambores, por favor...) que el blog se ha ganado, durante este año (trompetas, por favor, señor director...), ¡Su derecho a portar el cinturón amarillo! Todavía falta mucho, pero ya se ha empezado a andar el camino (Aplausos, gracias, gracias, y algún tema lento de Gloria Gaynor, para emocionar a la platea)

Este blog es de todos ustedes. Es vuestro corazón es el que lo hace latir. Feliz cumpleaños.