Anecdotario Mu Bi Kwan: ¿¿¿¿Anone tá dany????

La cosa ocurrió en Quilmes, en ocasión de un torneo al que fuimos una vez, hará un año o cosa así. A diferencia de otros años, en que se competía a menudo, este era el primer torneo de la enorme mayoría de los que íbamos, así que teníamos bastantes ganas de ver qué onda.

El asunto fue que después de haber estado desde las diez de la mañana, y peleamos como a las cinco, todo un día de nervios, ansiedad, cansados después de las peleas, etcétera, ya teníamos ganas de irnos todos, así que apenas terminó el torneo, salimos todos de raje, nos cambiamos rápido, nos juntamos bajo unas gradas, se escuchó un "¿estamos todos?", otro contestó "sí, estamos todos, vamos", ganamos la salida a paso rápido, trepamos a los autos en los que habíamos llegado y emprendimos el regreso, charlando sobre cada pelea y cagándonos de la risa de los detalles.

Resulta que más o menos a los veinte minutos, ya habíamos subido a autopista, no sé por dónde andaríamos, uno dice "¿Che, y Dani, va en el otro auto?".

Silencio de unos tres segundos.

"No, no estaba en el otro auto"

"Yo no lo ví a Dani, ¿estaba con nosotros?"

"Uhhh, Dani... ¿alguien lo vio?"

Lo habíamos dejado olvidado a Dani, pobre, así que tuvimos que volver hatsa el club y entrar a buscarlo por todos lados. y en una lo vemos caminar lo más campante hacia la entrada, onda con el pelo mojado y gotas todavía cayéndole del rostro, como si hubiera terminado de bañarse, y con esa sonrisa que siempre llevaba dibujada nos dispara:

"¿Y? ¿Vamos yendo?

¡El HdeP ni siquiera se había dado cuenta de que nos habíamos tomado el buque!

Lo otro de ese día, que nos dimos cuenta al día posterior, fue que todo el viaje de vuelta había manejado un flaco que nos habían noqueado en un combate, es decir, si llegaba a tener alguna complicación, a la miércoles, tragedia en autopista y seis mubikwanos menos!!!

Y cómo olvidar a Francisco y su estrategia de combate. Algunos habíamos ido a un par de clínicas de arbitraje previas al torneo, para ponernos de acuerdo en el reglamento. Como yo había ido, tenía más o menos claro qué valía y qué no (lo cual no evitó que me dieran una pelea por perdida por golpe debajo del cinto, y juro que fue arriba del cinto, lo miré en cámara lenta en mi casa, lo juro!!!!). Así que antes de ir al torneo les expliqué a un par, incluido Francisco, que se había aparecido el mismo día del torneo:

"Ojo, tengan en cuenta que golpe de puño al rostro no vale, ni tampoco giros con barrida a contrapierna, ni pegar cuando el contrincante está en el piso... ¿Entendieron?"

"Sí, perfecto, entendido", me dijeron a coro.

Je, y bueno, le toca el turno a este Francisco, y sale al frente, viste, patada va, patada viene, a los tres segundos de la pelea, le mete un giro con el puño al rostro al otro flaco.

"¡Alto!", dice el árbitro, señala la falta, le descuenta un punto, y le dice que a la segunda advertencia será descalificado.

Sigue la pelea, van los dos, una patada del otro flaco, francisco se le tira encima, el otro cae, jejeje, y va Francisco y le pone un Iopchagui jabú a la rodilla, jajajaja. Lo más cómico fue que cuando el árbitro lo descalifico, le mostraba en detalle la técnica, estirando la pierna hacia el piso. En total fueron diez segundos de pelea, les juro que no más. Decí que lo descalificaron, porque si no al tercer cruce que tuvieran le metía una barrida a contrapierna y ya está, sumaba las tres infracciones él solito!!!

Bueno, después están de ese día la obsesión por las patadas a los huevos de Orlando, Vera filmando desde la tribuna mientras fumaba un pucho tras otro, y el apoyo que nos dimos todos los que fuimos a poner lo mejor de cada uno. Lindo recuerdo que quería compartir con todos, abrazo, Mariano.