Querido visitante, tras exprimirme los sesos pensando qué puedo agregar a este humilde blog, tuve la que tal vez sea la primera idea brillante en mucho, mucho tiempo.
Quiero invitarte a que participes contando anécdotas que recuerdes en la escuela. No importa si formaste parte de la Mu Bi Kwan hace treinta años, o si entraste hace una semana, tu aporte va a ser bienvenido.
¿Qué podés contar? Lo que quieras, pero eso sí, siguiendo la lógica de espectacularización que podemos apreciar en los medios de comunicación (¡faaaaa!), mejor si son anécdotas sangrientas, referidas a luxaciones, ojos en compota, dientes caídos, nockauts, etcétera.
También, cómo no, pueden ser relacionadas con amistades nacidas en un dojang, o simplemente eso que te pasó y que, pasado el tiempo, todavía perdura en tu memoria.
En resumen, podés contar la anécdota que quieras. Mandala a marianocaceres@gmail.com, prometo leerlas todas y publicarlas.
¿Qué por qué es una idea brillante?
Bueno, está claro, ¡porque me ahorran el trabajo de sentarme a escribir!
¡Hasta la vista, baby!
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