
"Ahora es todo comercial, abren McDojos todos los días".
"¡Circo, todos hacen circo! ¡No encuentro un arte marcial realista, viejo!".
"En los setenta se practicaba más duro; había que ser bien macho para ir a entrenar. Hoy se tiran caricias y encima, al primer contacto, lloran como nenes".
Bien. Sucede que me crucé con un libro histórico dentro de las artes marciales, como lo es El Libro de los Cinco Anillos, de Miyamoto Musashi. Y les digo, hace casi cuatrocientos años, ya se planteaban las mismas cuestiones que hoy en día se escuchan en cualquier vestuario luego de la práctica.
Antes de pasar a los ejemplos, vamos a conocer un poco a Mushashi, y su pensamiento. Nacido en 1584, en la provincia de Mimasaka, Mushashi se transformó en una leyenda viviente a fuerza de batirse en numerosos duelos a muerte, de vencer a conocidos samurais, pelear en el ejército y enfrentarse al poderoso clan de los Yoshiokas. De él se asegura que mató a su primer contrincante a los trece años. Ermitaño y dedicado a perfeccionar sus habilidades, Musashi buscaba la Iluminación mediante el Camino de la Espada, como llamó a su método.
Sin preocuparse de su aspecto físico, ni de tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio, en 1643 se retiró para llevar una vida de ermitaño en una cueva, donde terminó de escribir el "Libro de los Cinco Anillos", unas semanas antes de su muerte, el 19 de mayo de 1645.
Hecha esta breve introducción, compartimos algunos pasajes del libro:
- "No faltan las personas que descreen de la utilidad de aprender las artes marciales; suponen que es un conocimiento que se demuestra inútil en un momento de verdadera emergencia. Por eso se insiste tanto en que el aprendizaje y la práctica de la ciencia de las artes marciales deben ser hechos de modo tal que sirvan realmente en cualquier ocasión, y que se constituyan en fundamento para la práctica de todos los otros caminos."
- "Basta con observar un poco a nuestro alrededor para ver como las artes son reducidas a simples medios para obtener ganancia. La gente misma se considera mercancía y no vacila en adornar con formas vistosas sus técnicas, movida por el afán del lucro. No hace falta ser muy perspicaz para compartir la reflexión de alguien que dijo que esa forma de enseñar las artes marciales sólo conduce a derrotas y a complicaciones."
- "(....) hoy en día las diversas escuelas de arte marcial son más efectistas que de verdadera utilidad, y esto se advierte cuando nos encontramos envueltos en un enfrentamiento auténtico."
- "Lo que se enseña en las escuelas de arte marcial es, por lo general, la manera de detener, desviar y evitar los golpes del enemigo. Es decir, se concenta toda la energía en salvaguardar la integridad física. Esta actitud produce guerreros timoratos, siempre predispuestos a ser manipulados por los más hábiles".
Todos estos pensamientos podrían haber sido escritos hace diez años, cinco, ayer. Pero no. Fueron plasmados hace unos trescientos cincuenta años. ¿Conclusiones? No tengo idea, a lo mejor, como se dice, un lacónico "No hay nada nuevo bajo el sol".
Y esto es todo por hoy, querido visitante.
Pero no es todo. Porque, si leíste este aburrido post hasta aquí, considero que merecés llevarte como premio... ¡Un espectacular ejemplar digital de El Libro de los Cinco Anillos!
Para leer el libro, ingresen al siguiente enlace. Pueden copiar el texto íntegramente y pegarlo en un Word:
http://mubikwan.blogspot.com/2005/05/el-libro-de-los-cinco-anillos-copi-y.html
Va gratis, va de onda, no me agradezcan, recuerden: nosotros, sin ustedes, no somos nada.